Si es de aquellos que deja de tomar desayuno por salir apurado de casa, trate de cambiar de hábito. Así lo recomienda una nueva investigación que dice que las personas que regularmente se saltan el desayuno, tienen un 27% más riesgo de sufrir un ataque al corazón o morir producto de una enfermedad coronaria que aquellos que sí lo hacen.
El estudio, realizado por el Departamento de Nutrición de la U. Harvard, analizó datos sanitarios y de frecuencia alimentaria de 26.902 hombres, de 45 a 82 años, durante 16 años. Sin embargo, sus autores dicen que los resultados son aplicables también a mujeres.
“Saltarse el desayuno puede conducir a uno o más factores de riesgo, como la obesidad, presión arterial alta, el colesterol alto y la diabetes, que a su vez puede conducir a un ataque al corazón en el tiempo”, señala Leah Cahill, autor del estudio.
Los resultados mostraron que quienes no desayunaban eran más jóvenes que los que lo hacían, y fueron más propensos a ser fumadores, trabajar más horas al día, ser solteros, tener menor actividad física y beber más alcohol.
Los expertos dicen que saltarse el desayuno no sólo lleva a una alimentación desordenada durante el día. Prolongar el ayuno nocturno más allá de lo debido afecta la forma en que el cuerpo procesa la glucosa y acumula las grasas. Por eso, es sindicada como la comida más importante del día.
No es la primera investigación que relaciona la falta de desayuno con problemas de salud. En 2012, un estudio del Instituto Karolinska, en Suecia, determinó que los jóvenes que tomaban desayuno regularmente tenían menor contenido de grasa corporal, mostraban una mayor capacidad cardiorrespiratoria y un perfil cardiovascular más saludable que aquellos que no lo hacían.
Mientras que estudio de la U. de Colorado, publicado el mes pasado, reveló que cuando las mujeres con sobrepeso se saltan el desayuno, desarrollaban resistencia a la insulina. Esto, porque su primera comida es el almuerzo y eso hace que sus niveles de glucosa se disparen -tras un largo ayuno- y que se necesite un nivel más alto de insulina para procesar la misma comida.
Giselle Muñoz, nutricionista de Clínica Las Condes, dice que la baja ingesta de alimentos en la mañana se da especialmente en personas que comen más alimentos en la noche anterior. “Siempre se debe tomar desayuno para superar ese ayuno fisiológico que se produce al dormir, lo que permite evitar la excesiva ingesta calórica durante el día y llegar con menos hambre al almuerzo”, dice Muñoz.
U. Harvard
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